Nace EL ALTAVOZ en la Universidad Católica de Colombia. Con esta nueva publicación estamos asistiendo a un hecho realmente histórico, ya que es la primera vez en la existencia de nuestra universidad que un grupo de inquietos estudiantes se dan a la tarea de sacar adelante un proyecto de esta envergadura con pocos recursos económicos pero con una inmensa voluntad de servicio, convencidos de lo beneficioso que puede resultar para toda la comunidad contar con un medio donde podamos expresar nuestras opiniones y por ende nuestro sentir frente a lo que ocurre no solo en la academia sino en la sociedad en general.
Y como todo nuevo proyecto, no es algo que nace de la noche a la mañana, ha tenido que recorrer un largo y arduo camino, desde ser sometido a consideración del Concejo Estudiantil de la Facultad de Derecho, hasta ser presentado formalmente ante las directivas de este programa, que primero en cabeza del Dr. Ricardo Calvete Rangel ex decano de la Facultad y después con la venia del Dr. Álvaro Mendoza Ramírez, fue recibido de buena forma y por lo tanto, contó con el pleno respaldo institucional necesario para sacarlo adelante.
Todo en la vida es un proceso, y EL ALTAVOZ no podía ser la excepción, de manera que una vez logrado el apoyo de la Facultad nos dimos a la tarea de procurar la recolección de los fondos requeridos para cubrir los gastos, ya que este es un proyecto financiado, dirigido y elaborado exclusivamente por estudiantes, de la Universidad solo contamos con el respaldo institucional y así debe ser, en aras de conservar la autonomía y la independencia editorial (siempre sujetos al Reglamento Estudiantil). Sea esta la oportunidad para agradecer inmensamente a todos nuestros compañeros y docentes que creyeron en este sueño, hoy hecho realidad; gracias a su aporte podemos decir con orgullo que tenemos periódico estudiantil.
Los agradecimientos también se extienden a personas que de alguna u otra manera nos animaron a seguir adelante, a no desfallecer en la búsqueda de este sueño, el Dr. Javier Fonseca, la Dra. Constanza Cascante, la Dra. Paola Cadena, el profesor de la Facultad de Psicología, Luís Roberto Hernández, el Dr. Juan Carlos Vargas, MAESTRO de Derecho Constitucional quien ha sido una importante y positiva influencia para los miembros de este proyecto. De igual manera, valga el reconocimiento para nuestro compañero Ramiro Alfaro, quien desde la representación estudiantil impulsó y motivó el apoyo para que EL ALTAVOZ fuera hoy una realidad, sin lugar a dudas, su paso por la presidencia del Concejo ha sido significativa y abre el camino para que los estudiantes que reciben el relevo en el liderazgo sigan firmes y con determinación para sacar adelante todo el trabajo que se avecina en pro de la comunidad estudiantil.
Le corresponde el honor a la Facultad de Derecho de recibir en su seno la primera edición de EL ALTAVOZ, sin embargo, la meta es distribuirlo en toda la Universidad, incluyendo la Escuela de Tecnologías, el Liceo y los egresados de todas las facultades, porque nuestro objetivo es trabajar por el sentido de pertenencia, la cohesión, la integración académica, social y cultural ínter facultades y el fortalecimiento de los lazos entre los estudiantes y los egresados. En fin, queremos construir comunidad, “SER” y “HACER” escuela, guiados por nuestra Misión, la cual es “contribuir con el mejoramiento continuo del bienestar estudiantil y el posicionamiento de nuestra Universidad Católica de Colombia en el ámbito universitario”.
EL ALTAVOZ entonces hará un periodismo universitario responsable, comprometido y serio, sin ataduras ideológicas ni políticas, por el contrario, se caracterizará por su pluralidad, es decir, en este medio tienen cabida todas las manifestaciones, ya sean de derecha, de izquierda, de centro, minorías, etc. Ello porque nuestra universidad es diversa y por lo tanto acoge en sus aulas personas con pensamientos y expresiones variadas que bien vale la pena mostrar en un medio como este y de paso ir dejando una evidencia histórica de la dinámica propia del ambiente universitario.
Es importante destacar que EL ALTAVOZ con su nacimiento se suma a la elite del periodismo universitario en Colombia, ya que son muy pocos los periódicos dirigidos y realizados exclusivamente por estudiantes que no necesariamente estén adelantando estudios de comunicación social tal y como lo señala un editorial de NEXOS en su edición 141 (“decano” de los periódicos estudiantiles en el país, con 20 años de trayectoria en la EAFIT de Medellín):
«Los periódicos universitarios de hoy no son sólo para comunicadores sociales, son sólo para estudiantes conscientes de que hacen parte de una sociedad a la cual tienen que aportar y de que su misión, es la de tomarle el pulso a la actualidad».
“Tomarle el pulso a la actualidad” eso hacen medios como EL CLAVO, de la Universidad Javeriana de Cali, ALTUS EN LINEA, de la Universidad Sergio Arboleda. DE LA URBE DIGITAL, de la Universidad de Antioquia, ALDERECHO, de la Universidad de los Andes, DIRECTO BOGOTÁ, de la Universidad Javeriana de Bogotá y ahora EL ALTAVOZ, de la UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA
De manera que concientes de que no es fácil, empezamos esta “aventura” absolutamente entregados a la causa, con voluntad de servicio, convencidos del éxito que EL ALTAVOZ tendrá entre la comunidad católica, sabemos que -como es apenas normal- recibiremos criticas, pero estas serán nuestro combustible para mejorar en cada edición, lo importante es que ha nacido y de todos depende que se sostenga en el tiempo y quede como un legado para las futuras generaciones.
De modo que las puertas de EL ALTAVOZ están abiertas para todo aquel miembro de esta bella e inmensa familia que tenga algo para decir, pero lo más importante, que tenga algo para aportar.
¡SALUD!
Y como todo nuevo proyecto, no es algo que nace de la noche a la mañana, ha tenido que recorrer un largo y arduo camino, desde ser sometido a consideración del Concejo Estudiantil de la Facultad de Derecho, hasta ser presentado formalmente ante las directivas de este programa, que primero en cabeza del Dr. Ricardo Calvete Rangel ex decano de la Facultad y después con la venia del Dr. Álvaro Mendoza Ramírez, fue recibido de buena forma y por lo tanto, contó con el pleno respaldo institucional necesario para sacarlo adelante.
Todo en la vida es un proceso, y EL ALTAVOZ no podía ser la excepción, de manera que una vez logrado el apoyo de la Facultad nos dimos a la tarea de procurar la recolección de los fondos requeridos para cubrir los gastos, ya que este es un proyecto financiado, dirigido y elaborado exclusivamente por estudiantes, de la Universidad solo contamos con el respaldo institucional y así debe ser, en aras de conservar la autonomía y la independencia editorial (siempre sujetos al Reglamento Estudiantil). Sea esta la oportunidad para agradecer inmensamente a todos nuestros compañeros y docentes que creyeron en este sueño, hoy hecho realidad; gracias a su aporte podemos decir con orgullo que tenemos periódico estudiantil.
Los agradecimientos también se extienden a personas que de alguna u otra manera nos animaron a seguir adelante, a no desfallecer en la búsqueda de este sueño, el Dr. Javier Fonseca, la Dra. Constanza Cascante, la Dra. Paola Cadena, el profesor de la Facultad de Psicología, Luís Roberto Hernández, el Dr. Juan Carlos Vargas, MAESTRO de Derecho Constitucional quien ha sido una importante y positiva influencia para los miembros de este proyecto. De igual manera, valga el reconocimiento para nuestro compañero Ramiro Alfaro, quien desde la representación estudiantil impulsó y motivó el apoyo para que EL ALTAVOZ fuera hoy una realidad, sin lugar a dudas, su paso por la presidencia del Concejo ha sido significativa y abre el camino para que los estudiantes que reciben el relevo en el liderazgo sigan firmes y con determinación para sacar adelante todo el trabajo que se avecina en pro de la comunidad estudiantil.
Le corresponde el honor a la Facultad de Derecho de recibir en su seno la primera edición de EL ALTAVOZ, sin embargo, la meta es distribuirlo en toda la Universidad, incluyendo la Escuela de Tecnologías, el Liceo y los egresados de todas las facultades, porque nuestro objetivo es trabajar por el sentido de pertenencia, la cohesión, la integración académica, social y cultural ínter facultades y el fortalecimiento de los lazos entre los estudiantes y los egresados. En fin, queremos construir comunidad, “SER” y “HACER” escuela, guiados por nuestra Misión, la cual es “contribuir con el mejoramiento continuo del bienestar estudiantil y el posicionamiento de nuestra Universidad Católica de Colombia en el ámbito universitario”.
EL ALTAVOZ entonces hará un periodismo universitario responsable, comprometido y serio, sin ataduras ideológicas ni políticas, por el contrario, se caracterizará por su pluralidad, es decir, en este medio tienen cabida todas las manifestaciones, ya sean de derecha, de izquierda, de centro, minorías, etc. Ello porque nuestra universidad es diversa y por lo tanto acoge en sus aulas personas con pensamientos y expresiones variadas que bien vale la pena mostrar en un medio como este y de paso ir dejando una evidencia histórica de la dinámica propia del ambiente universitario.
Es importante destacar que EL ALTAVOZ con su nacimiento se suma a la elite del periodismo universitario en Colombia, ya que son muy pocos los periódicos dirigidos y realizados exclusivamente por estudiantes que no necesariamente estén adelantando estudios de comunicación social tal y como lo señala un editorial de NEXOS en su edición 141 (“decano” de los periódicos estudiantiles en el país, con 20 años de trayectoria en la EAFIT de Medellín):
«Los periódicos universitarios de hoy no son sólo para comunicadores sociales, son sólo para estudiantes conscientes de que hacen parte de una sociedad a la cual tienen que aportar y de que su misión, es la de tomarle el pulso a la actualidad».
“Tomarle el pulso a la actualidad” eso hacen medios como EL CLAVO, de la Universidad Javeriana de Cali, ALTUS EN LINEA, de la Universidad Sergio Arboleda. DE LA URBE DIGITAL, de la Universidad de Antioquia, ALDERECHO, de la Universidad de los Andes, DIRECTO BOGOTÁ, de la Universidad Javeriana de Bogotá y ahora EL ALTAVOZ, de la UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA
De manera que concientes de que no es fácil, empezamos esta “aventura” absolutamente entregados a la causa, con voluntad de servicio, convencidos del éxito que EL ALTAVOZ tendrá entre la comunidad católica, sabemos que -como es apenas normal- recibiremos criticas, pero estas serán nuestro combustible para mejorar en cada edición, lo importante es que ha nacido y de todos depende que se sostenga en el tiempo y quede como un legado para las futuras generaciones.
De modo que las puertas de EL ALTAVOZ están abiertas para todo aquel miembro de esta bella e inmensa familia que tenga algo para decir, pero lo más importante, que tenga algo para aportar.
¡SALUD!
